El día de ayer estuvimos -un grupo de simpatisantes me apoya y guia en estos trotes- en las afueras de Lima, llegamos hasta el distrito de Ancón, un lugar exuberante en sus buenas épocas pero que ahora se encuentra abandonado a pesar del crecimiento del turismo y la época de playas, este balneario parece no tener una mano firme que los guíe y los haga prosperar. En este balneario limeño digo, me encontré con personas interesadas en crear espacios de poder político y que al igual que yo no tienen riqueza ni apellido, solo unas manos y un nombre para poder salir adelante. Aunque nunca les podré mirar a los ojos, entendí que me prestaban atención y que se conectaban con lo que yo decía, me pregunto, si algunos se quedarían dormidos.... aunque al terminar me motivaron con palabras de confianza y hasta lograron emocionarme.
1 comentario
Sally Guerra Bravo -